Paro, me miro, aparto los ojos... vuelvo a levantar la vista, el espejo, otro cuerpo... ¿soy la misma? no logro verme, lo intento... y en el reflejo te veo...lo entiendo...otro cuerpo, otra sonrisa, quizá una expresión distinta, madura, pausada, serena, quizá algo mas vieja, distinta... silencio...suspiro... a medias sonrío, tierna y tranquila.
Te miro...me llenas...ahora se que nada es por fuera... y lo que veían mis ojos insignificante queda, nada cambia lo que dentro suena...



miércoles, 16 de marzo de 2011

EL PELIGRO DE UNA PALABRA

Se me ha retrasado el reloj, se ha retrasado el tren, la consulta de hoy va con retraso...todas estas frases tienen una palabra en común, una palabra que en un contexto adecuado no tiene porque hacer daño, pero cuando te dicen " Tu hija tiene cierto retraso" entonces es cuando la palabra se convierte en problema.

Trabajo diariamente con  esa palabra, "retraso", que no es más que una palabra para denominar aquello que se ha alejado de la "norma". Lo cual me parece lógico para los anteriores ejemplos; así si el tren "normalmente" pasa a y media y hoy pasa a menos veinte, pues tiene retraso, si la consulta "normalmente " va cada 10 minutos y hoy van cada 15, pues tiene "retraso". Pero ¿ y en los seres humanos? ¿ me puede alguien decir qué es lo normal? ¿ Lo que hace la mayoría? Pues entonces señores me retiro voluntariamente de la norma. Pongámonos en situación:

Ayer pequeña elfa tenía revisión con la pediatra, la cuál hasta ayer me parecía bastante casi acertada en sus orientaciones. Al revisar la estatura, nos damos cuenta que sólo ha crecido un cm este mes. ( ya empezamos con las normas, según los percentiles debía haber crecido mínimo 2 cm pero bueno su crecimiento físico este mes ha decidido vaguear, sinceramente no me preocupa.)

Seguidamente empieza a explorar si se sienta, si se balancea y mantiene el equilibrio, entonces la comento, ya que ella no pregunta; " Hace un mes que ha empezado a gatear "BIEN" ya que antes lo hacia hacia atras" La coloca a cuatro patas y comprueba que se sostiene, poco mas... ; " Muy bien,- dice-. ya puedes vestirla" Asi que nada con la niña vestida en brazos de mi madre y yo sentada al otro lado de su mesa de despacho mientras introduce los datos "normales" de mi hija en su ordenador me pregunta:

- ¿ Ya ha empezado a ponerse de pie?
- No, aun no parecen interesarle las alturas.- sonrío...( ayy pobre de mi, si hubiera sabido lo que venía después...)
- Bueno entonces podemos decir que tu hija parece tener cierto retraso psicomotor de 2 meses, pero como tú eres estimuladora no me preocupa.- y siguió escribiendo en su ordenador como si nada, diciéndome que tenia que estimularla para ponerse de pie...bla bla bla...dejé de oirla...

Pues bien, con bastante indignación la expliqué que yo no soy estimuladora, soy maestra de niños muy especiales, y que por tanto sé perfectamente que el desarrollo motor de un niño no se rige por una norma estricta sino que es bastante flexible, de hecho yo tengo peques que están aprendiendo a gatear con 6 añitos, no digo que sea lo "NORMAL", y en estos casos concretos si que requerirán de una estimulación extra, pero es ahora en este momento cuando sus cuerpos y sus mentes recién entran en ese periodo. Justo por eso no pienso estimular a mi hija a hacer nada que su cuerpo no pida. A los 9 meses y medio ha aprendido ella sola sin estimulación extra de ningún tipo,más que el juego diario con ella y todo el amor del mundo, a gatear perfectamente coordinada, y así igualmente aprenderá a andar cuando su cuerpo lo crea oportuno.

Durante mis 9 meses de embarazo, aprendí a confiar en mi cuerpo, aprendí a esperar el momento en que ella quisiera nacer, aprendí a que yo sabría parir por mi misma, y ahora ¿ intentáis decirme que el cuerpo de mi hija no sabe hacerlo sólo sino que necesita estimulación extra?

Lo siento pero yo como madre no pienso intervenir en algo que considero un proceso natural. Un día pequeña elfa se querrá poner de pie, y yo la veré con intención de querer apoyarse en los muebles y alzarse, entonces, ayudaré a mi hija en ese proceso y la acompañaré pero no pienso forzarla hacer nada para lo que ni su cuerpo ni su mente están aun preparados. Cada niño tiene su propio ritmo de desarrollo y es a ese ritmo al que yo me voy a ceñir no al que ponen las tablas comparativas.

Mi hija es única y su desarrollo también¡



2 comentarios:

  1. Gracias por el link adjunto, me es increíblemente útil.

    ¡Bravo por esta entrada!

    ResponderEliminar
  2. Me encanta esta entrada, genial la respuesta a la pediatra!!

    ResponderEliminar